El informe publicado ayer, 6 de noviembre, por la Agencia Internacional de Energía (IEA) en colaboración con varias consultoras especializadas en automoción, no deja lugar a dudas: 2025 pasará a la historia como el año en que los coches eléctricos dejaron de ser nicho para convertirse en mainstream. Y no es solo marketing o titulares sensacionalistas. Los números respaldan esta afirmación de forma contundente.

Como alguien que lleva años siguiendo la evolución del mercado eléctrico, observando cada estadística trimestral y probando decenas de modelos, puedo decirte que este momento era predecible pero no por ello menos impresionante. Estamos viviendo una transformación industrial comparable a la que supuso la llegada del automóvil a principios del siglo XX. Y lo estamos viviendo en tiempo real.

Los datos que confirman el boom eléctrico de 2025

Vamos directos a los números, porque son verdaderamente reveladores. Según el estudio, las ventas globales de vehículos eléctricos puros (BEV) alcanzarán aproximadamente los 18 millones de unidades en 2025, lo que representa un crecimiento del 27% respecto a 2024. Si sumamos los híbridos enchufables (PHEV), estamos hablando de más de 25 millones de vehículos electrificados vendidos en un solo año.

Para poner esto en perspectiva: en 2020, hace apenas cinco años, las ventas globales de eléctricos fueron de unos 3,2 millones de unidades. Hemos multiplicado por casi seis las ventas en cinco años. Este ritmo de crecimiento es superior al de prácticamente cualquier otra tecnología de consumo masivo en la historia reciente.

Pero más allá de las cifras absolutas, lo verdaderamente significativo es la cuota de mercado. En 2025, los vehículos eléctricos representan ya el 20% de todas las matriculaciones de vehículos nuevos a nivel mundial. Hace solo tres años, en 2022, esa cifra era del 10%. Hemos doblado la cuota de mercado en tres años.

Esta tendencia se acelera mes a mes. En algunos mercados específicos, como Noruega, los eléctricos ya superan el 85% de las ventas totales. En China, están rozando el 40%. Incluso en mercados tradicionalmente más conservadores, como Estados Unidos, han alcanzado el 12-14%. El punto de inflexión ya ha ocurrido.

China: el gigante imparable de la movilidad eléctrica

Si hay un protagonista indiscutible de esta revolución eléctrica, ese es China. El gigante asiático no solo lidera en ventas absolutas, sino que está definiendo el futuro de la industria automovilística global. Y lo está haciendo a una velocidad que ha tomado por sorpresa a muchos fabricantes occidentales.

China venderá aproximadamente 11 millones de vehículos eléctricos en 2025, lo que representa más del 60% del mercado global. Pero lo impresionante no es solo el volumen, sino el ecosistema completo que han construido. Marcas como BYD están superando en ventas a Tesla y expandiéndose agresivamente por Europa y otros continentes.

El éxito chino no es casualidad. Es el resultado de una estrategia industrial planificada durante más de una década que incluye:

Inversión masiva en infraestructura: China tiene más de 2 millones de puntos de recarga públicos, más que el resto del mundo combinado. En cualquier ciudad china de tamaño medio, encontrar un cargador es más fácil que encontrar una gasolinera.

Subsidios estratégicos: Durante años, el gobierno chino subvencionó agresivamente tanto la compra de vehículos eléctricos como la fabricación de baterías. Aunque estas ayudas se han reducido recientemente, ya han cumplido su objetivo: crear una industria competitiva globalmente.

Restricciones a la combustión: Las principales ciudades chinas han implementado restricciones severas a los vehículos de combustión, especialmente diésel, mientras que los eléctricos gozan de matrículas ilimitadas y acceso preferente.

Dominio de la cadena de valor: China controla aproximadamente el 75% de la producción mundial de baterías de litio y más del 80% del refinado de minerales críticos como el litio, cobalto y grafito. Este control les da una ventaja competitiva enorme.

Lo más impresionante es que fabricantes chinos como BYD, NIO, XPeng o Li Auto no solo compiten en precio, sino también en tecnología. Muchos de sus modelos incorporan sistemas de conducción autónoma, interiores premium y autonomías superiores a 600 km reales. La narrativa de que los coches chinos son "baratos pero básicos" ha quedado completamente obsoleta.

Europa se consolida: segunda posición mundial

Europa mantiene su segunda posición en el mercado global de eléctricos, con aproximadamente 4,5 millones de unidades vendidas en 2025. Aunque muy por debajo de China en términos absolutos, la cuota de mercado europea es impresionante: entre el 18-20% de todos los vehículos nuevos son eléctricos puros, llegando al 25-28% si incluimos híbridos enchufables.

Pero Europa no es homogénea. Hay diferencias dramáticas entre países:

Líderes nórdicos: Noruega continúa siendo el faro de la movilidad eléctrica, con más del 85% de cuota de mercado. Suecia y Dinamarca también superan el 50%. Estos países demuestran que una transición rápida es posible con las políticas adecuadas.

Potencias centrales: Alemania, Francia y Reino Unido se mueven en el rango del 20-25% de cuota de mercado. Alemania, a pesar de ser la cuna de la industria automovilística tradicional, está adoptando los eléctricos con determinación. Fabricantes como Volkswagen han apostado fuerte por la electrificación.

Sur de Europa rezagado: España, Italia, Portugal y Grecia van más lentos, con cuotas entre el 8-15%. Sin embargo, el crecimiento es acelerado. En España, por ejemplo, las ventas de eléctricos han crecido más del 40% en 2025 respecto a 2024, impulsadas por el Plan MOVES y la llegada de modelos más asequibles.

Europa tiene varias ventajas competitivas: una red de carga cada vez más densa, regulaciones ambientales estrictas que favorecen los eléctricos, fabricantes locales de prestigio que están invirtiendo masivamente en electrificación, y consumidores cada vez más concienciados ambientalmente.

El desafío europeo es doble: competir en precio con los fabricantes chinos y asegurar el suministro de baterías. La nueva normativa europea para coches eléctricos más baratos busca precisamente abordar el primer reto, mientras que múltiples proyectos de gigafábricas de baterías intentan resolver el segundo.

Qué significa esto para España

España está experimentando su propio boom eléctrico, aunque partiendo de una base más baja que otros países europeos. En 2025, se espera superar las 85.000 matriculaciones de vehículos eléctricos puros, lo que representa aproximadamente el 8-10% del mercado total. Si sumamos los híbridos enchufables, llegaríamos al 15-17%.

Puede parecer modesto comparado con Noruega o Alemania, pero el crecimiento es espectacular: hace solo tres años, en 2022, los eléctricos apenas representaban el 3% del mercado español. Hemos triplicado la cuota en tres años.

Varios factores están impulsando este crecimiento en España:

Mejora de la oferta de modelos asequibles: La llegada de coches eléctricos baratos como el Dacia Spring, MG4, o modelos chinos como BYD Dolphin, ha democratizado el acceso. Ya no hace falta gastarse 40.000€ para tener un eléctrico decente.

Continuidad del Plan MOVES: Las ayudas de hasta 7.000€ para la compra de eléctricos han sido fundamentales. Con estas ayudas, modelos como el Renault 5 eléctrico quedan en precios muy competitivos.

Expansión de la red de carga: España ha pasado de tener unos 15.000 puntos de recarga públicos en 2022 a superar los 35.000 en 2025. Aunque todavía insuficiente comparado con otros países europeos, la tendencia es claramente positiva.

Zonas de bajas emisiones: La implementación de ZBE en Madrid, Barcelona y otras ciudades está empujando a muchos conductores a considerar los eléctricos como alternativa práctica.

El desafío para España es mantener este ritmo de crecimiento. Con los precios bajando, la infraestructura mejorando y la oferta ampliándose, tenemos todos los ingredientes para que 2026 sea aún mejor que 2025.

Las razones del crecimiento explosivo

¿Por qué 2025 ha sido el año del despegue definitivo? No es un solo factor, sino la confluencia de múltiples tendencias que han alcanzado masa crítica simultáneamente:

Paridad de precios cada vez más cerca: Los precios de los eléctricos han bajado considerablemente. Modelos nuevos se venden por menos de 25.000€ antes de ayudas, y con subvenciones pueden bajar de 18.000€. Esto los hace competitivos con equivalentes de combustión.

Autonomías que eliminan la ansiedad: Los eléctricos de 2025 ofrecen autonomías reales de 350-500 km de serie, suficientes para el 95% de los trayectos diarios. La "ansiedad de autonomía" ha dejado de ser un problema real para la mayoría de usuarios.

Infraestructura de carga en punto crítico: Aunque aún mejorable, la red de carga ha alcanzado el nivel mínimo de densidad necesario para que los usuarios confíen en poder cargar donde necesiten.

Tecnología de baterías mejorada: Las nuevas químicas de baterías (LFP, NMC optimizado) ofrecen mejor densidad energética, carga más rápida y mayor durabilidad. La frenada regenerativa optimizada también contribuye a maximizar la eficiencia.

Presión regulatoria creciente: Europa ha confirmado la prohibición de venta de coches de combustión nuevos a partir de 2035. Esto ha acelerado las inversiones de fabricantes y la adopción de consumidores que piensan a largo plazo.

Oferta diversificada: Ya no solo hay sedanes compactos. Hay SUV eléctricos, furgonetas, deportivos, urbanos pequeños... para todos los gustos y necesidades.

Perspectivas: ¿qué nos espera en 2026-2030?

Si 2025 ha sido impresionante, lo que viene puede serlo aún más. Las proyecciones del estudio son optimistas pero realistas:

2026-2027: Se espera que las ventas globales alcancen los 22-25 millones de unidades, con una cuota de mercado cercana al 25%. Europa podría llegar al 30% de cuota, mientras que China podría superar el 45%.

2028-2030: El punto de inflexión definitivo. Se estima que para 2030, los eléctricos podrían representar el 35-40% de todas las ventas globales de vehículos nuevos. En Europa, esa cifra podría llegar al 50-60%.

Post-2030: A partir de 2030, con las prohibiciones de venta de vehículos de combustión entrando en vigor en múltiples mercados, se espera una aceleración final que llevaría a los eléctricos a dominar completamente el mercado de vehículos nuevos para 2035-2040.

Para España específicamente, las perspectivas son alcanzar el 15-20% de cuota de mercado en 2026-2027, llegando al 30-35% en 2030. Esto supondría superar las 300.000 matriculaciones anuales de eléctricos puros al final de la década.

Los desafíos pendientes son conocidos: acelerar el despliegue de infraestructura de carga, asegurar el suministro sostenible de materias primas para baterías, gestionar el reciclaje de baterías al final de su vida útil, y garantizar que la transición sea justa socialmente, sin dejar atrás a colectivos vulnerables.

Pero la tendencia es clara e irreversible. El coche eléctrico ha dejado de ser el futuro para convertirse en el presente. Y 2025 será recordado como el año en que esto quedó definitivamente confirmado.

Preguntas frecuentes sobre el boom eléctrico de 2025

Conclusión: el punto de no retorno

El estudio publicado ayer no solo confirma cifras, confirma una realidad: la movilidad eléctrica ha alcanzado el punto de no retorno. Ya no es una tendencia emergente ni una apuesta de futuro. Es el presente de la industria automovilística.

Para los consumidores españoles, esto significa más opciones, mejores precios y mayor confianza a la hora de dar el salto al eléctrico. Si estabas esperando el "momento adecuado" para comprar un coche eléctrico, ese momento probablemente sea ahora. Los precios están bajando, la oferta se amplía constantemente, las ayudas siguen vigentes y la infraestructura mejora mes a mes.

2025 pasará a la historia como el año en que los coches eléctricos dejaron de ser una rareza para convertirse en algo común. Y solo estamos empezando. Los próximos cinco años prometen ser aún más emocionantes.