Llevo años siguiendo la evolución de los precios de las baterías como uno de los indicadores más importantes para predecir el futuro de la movilidad eléctrica. Y puedo decir sin exagerar que 2025 pasará a la historia como el año en que todo cambió. No es una metáfora: los números son rotundos y sus consecuencias ya se están notando en el mercado.
En este análisis voy a desgranar qué significa exactamente esta bajada de precios, cómo afecta a los coches eléctricos que puedes comprar hoy, qué implica para las renovables y el almacenamiento, y por qué algunos fabricantes tradicionales están empezando a sudar. La revolución de las baterías no viene: ya está aquí.
Las cifras que lo cambian todo
Empecemos por los datos duros, porque son impresionantes. Según el último informe de BloombergNEF (BNEF), el precio medio global de los packs de baterías de ion-litio en 2025 ronda los 108 dólares por kWh. Es un 8% menos que en 2024 y, lo más espectacular, un 93% menos que en 2010, cuando el mismo pack costaba más de 1.100 dólares por kWh.
Pero la cifra realmente histórica está en el segmento de vehículos eléctricos: los packs para coches eléctricos ya están en torno a 99 dólares por kWh. Por primera vez, hemos cruzado la barrera psicológica y económica de los 100 dólares.
📊 Evolución del precio de baterías (pack completo):
- • 2010: 1.191 $/kWh
- • 2015: 381 $/kWh (-68%)
- • 2020: 140 $/kWh (-88%)
- • 2023: 139 $/kWh (pequeño repunte por materias primas)
- • 2024: 117 $/kWh (-16%)
- • 2025: 108 $/kWh media global / 99 $/kWh para VE
¿Qué significa esto en términos prácticos? Una batería de 60 kWh, típica de un coche eléctrico de gama media, cuesta hoy a nivel de fabricación unos 5.940 dólares (aproximadamente 5.500€). En 2010, esa misma batería habría costado más de 71.000 dólares. La diferencia es abismal y explica por qué los precios de los coches eléctricos están empezando a caer en serio.
Por qué 100 $/kWh es el número mágico
La industria lleva años hablando de los 100 dólares por kWh como el "punto de inflexión" o "umbral de paridad". Pero ¿por qué exactamente esa cifra?
La respuesta está en la estructura de costes de un vehículo. En un coche eléctrico, la batería representa entre el 30% y el 40% del coste total de fabricación. Es, con diferencia, el componente más caro. Por debajo de los 100 $/kWh, el coste total de fabricar un eléctrico puede igualar o incluso ser inferior al de un coche de combustión equivalente, incluso sin contar el ahorro en motor, transmisión y escape (más simples en un VE).
Esto tiene implicaciones enormes:
- Los fabricantes pueden mantener márgenes razonables vendiendo eléctricos al mismo precio que los de combustión
- Las subvenciones se vuelven menos necesarias para que el eléctrico sea competitivo
- Los segmentos más baratos del mercado (coches pequeños y urbanos) se abren de verdad al eléctrico
- El TCO (coste total de propiedad) del eléctrico se dispara a favor frente al combustión
💡 ¿Qué significa para el consumidor?
Con baterías a 99 $/kWh, un fabricante puede ofrecer un coche eléctrico con 60 kWh de batería (unos 400-450 km de autonomía real) a un precio base de 25.000-28.000€ manteniendo márgenes saludables. Hace cinco años, el mismo coche habría costado 35.000-40.000€. La diferencia no es solo teórica: ya lo estamos viendo en modelos como el Citroën ë-C3, el Dacia Spring o el MG4.
Impacto inmediato en el mercado de coches eléctricos
La bajada de precios de las baterías ya está teniendo efectos visibles en el mercado global de vehículos eléctricos. En 2025, los coches eléctricos superan ya una cuarta parte de las ventas globales de coches nuevos (contando eléctricos puros e híbridos enchufables).
Pero lo más significativo es dónde está ocurriendo el crecimiento. Por primera vez, estamos viendo una expansión seria en los segmentos de entrada y urbanos, donde el precio es el factor decisivo. Los fabricantes chinos, con acceso a baterías LFP aún más baratas, están vendiendo eléctricos en segmentos pequeños a precios similares o inferiores a los coches de combustión equivalentes.
Ejemplos concretos de esta nueva realidad:
- BYD Seagull: Eléctrico con 305 km de autonomía desde 9.600€ en China (llegará a Europa algo más caro, pero sigue siendo revolucionario)
- Citroën ë-C3: Desde 23.300€ en España con 320 km de autonomía
- Dacia Spring: El eléctrico más barato de Europa, ahora actualizado con más autonomía
- Leapmotor T03: El city car eléctrico de Stellantis-Leapmotor desde 18.900€
Esta presión competitiva está obligando a los fabricantes tradicionales europeos a acelerar sus planes de reducción de costes. Volkswagen, Stellantis y Renault han anunciado nuevas plataformas y modelos específicamente diseñados para competir en precio con los eléctricos chinos, aprovechando las baterías más baratas.
La revolución silenciosa del LFP
Detrás de esta bajada de precios hay un cambio tecnológico fundamental que merece atención: el ascenso imparable de las baterías LFP (Litio-Ferrofosfato).
Las baterías LFP utilizan hierro y fosfato en el cátodo en lugar de níquel, cobalto y manganeso (NMC) o níquel, cobalto y aluminio (NCA). Esto tiene ventajas enormes:
- Coste significativamente menor: El hierro es abundante y barato; el cobalto es escaso y caro
- Mayor vida útil: Soportan más ciclos de carga sin degradarse
- Mejor seguridad térmica: Menor riesgo de incendio y runaway térmico
- Cadena de suministro más ética: Evitan los problemas de minería de cobalto en RDC
La desventaja histórica del LFP era una menor densidad energética (menos autonomía por kg de batería). Pero las mejoras tecnológicas recientes han cerrado esa brecha significativamente. Hoy, las baterías LFP dominan más del 60% del mercado global de baterías para VE, cuando hace solo tres años eran menos del 40%.
⚠️ Lo que los fabricantes no te cuentan:
La transición masiva a LFP está creando tensiones en la industria. Algunos fabricantes, especialmente los chinos con exceso de capacidad, están vendiendo baterías con márgenes mínimos o incluso a pérdida para ganar cuota de mercado. Esto presiona a los competidores, pero es insostenible a medio plazo y podría provocar una consolidación significativa en el sector de baterías en los próximos 2-3 años.
Almacenamiento estacionario: el segmento más barato
Si los precios de las baterías para vehículos son impresionantes, los del almacenamiento estacionario son aún más espectaculares. En 2025, las baterías para sistemas de almacenamiento han caído a unos 70 dólares por kWh, un 45% menos que en 2024.
Por primera vez en la historia, el almacenamiento estacionario se ha convertido en el segmento más barato del mercado de baterías. Esto tiene implicaciones enormes para el sector energético:
- Los sistemas domésticos de baterías son mucho más asequibles, mejorando el retorno de inversión del autoconsumo solar
- Los proyectos de renovables + almacenamiento son competitivos frente a centrales de gas natural incluso para cubrir demanda firme
- Las industrias y comercios pueden instalar baterías para gestión de picos de demanda con paybacks de 3-5 años
- Las microrredes se vuelven viables económicamente en zonas con redes débiles o tarifas elevadas
Para usuarios domésticos en España, esto significa que combinar paneles solares con batería doméstica y coche eléctrico tiene ahora un retorno de inversión mucho más atractivo. Una batería doméstica de 10 kWh que hace 5 años costaba 8.000-10.000€ ahora puede encontrarse por 4.000-5.000€.
Renovables + baterías: la combinación ganadora
La caída del coste de almacenamiento está acelerando una transformación que ya era imparable: la combinación de renovables más baterías se ha convertido en la opción más barata para generar electricidad firme en la mayoría de mercados.
El coste total instalado de sistemas de almacenamiento a gran escala (utility-scale BESS) ha caído más de un 90% desde 2010. Esto significa que proyectos solares o eólicos con baterías anexas pueden ofrecer electricidad gestionable a precios competitivos con centrales de ciclo combinado de gas natural.
⚡ Impacto en el sector eléctrico español:
- • Nuevas subastas de renovables incluyen ya requisitos de almacenamiento
- • Red Eléctrica está integrando baterías para estabilización de red
- • Proyectos híbridos (solar + almacenamiento) dominan las nuevas autorizaciones
- • El arbitraje horario se vuelve rentable para instalaciones industriales
- • Las comunidades energéticas pueden incluir almacenamiento compartido de forma viable
Esta tendencia favorece modelos de negocio como el autoconsumo con respaldo, el arbitraje horario (comprar electricidad barata y usarla en punta), y las microrredes. Para propietarios de coches eléctricos, significa que la combinación solar + batería doméstica + carga inteligente del VE será cada vez más atractiva económicamente.
La batalla regional: China vs el resto del mundo
Un aspecto crucial de esta revolución es que no está ocurriendo de forma homogénea en todo el mundo. China lleva una ventaja considerable y la está ampliando.
En 2024, los precios de las baterías en China cayeron hasta un 30%, mientras que en Europa y Estados Unidos la bajada fue del 10-15%. Esta diferencia se explica por varios factores:
- Escala de producción: China fabrica más del 75% de las celdas de batería del mundo
- Integración vertical: Los fabricantes chinos controlan toda la cadena, desde minas hasta packs
- Exceso de capacidad: La sobreinversión ha creado competencia feroz que baja precios
- Tecnología LFP: Los chinos dominan la producción de LFP, la química más barata
Esto crea un problema estratégico para Europa y Estados Unidos. La dependencia de baterías chinas (o de materiales procesados en China) es un riesgo que ambas regiones están intentando mitigar con inversiones en capacidad local (Inflation Reduction Act en EE.UU., legislación de baterías de la UE).
A medida que se despliegue capacidad de producción de LFP fuera de China, se espera que las diferencias de precio entre regiones se reduzcan. Pero habrá un período de transición de 3-5 años donde las plantas nuevas tendrán costes algo superiores hasta alcanzar eficiencia plena.
Proyecciones: qué esperar de 2026 a 2030
Si las tendencias actuales se mantienen, las proyecciones para los próximos años son espectaculares:
🔮 Previsiones de precios de baterías:
- 2026: ~95-100 $/kWh (media global) / ~85-90 $/kWh para VE
- 2027: ~88-93 $/kWh (media global)
- 2028: ~82-87 $/kWh (media global)
- 2030: ~75-80 $/kWh (media global) / ~65-70 $/kWh para VE
- Almacenamiento estacionario 2030: ~45-55 $/kWh
Fuente: proyecciones basadas en BloombergNEF, IEA y analistas del sector
¿Qué significa esto para el comprador de coches eléctricos?
- Los precios de los coches eléctricos seguirán bajando de forma significativa
- En 2027-2028, los eléctricos de entrada serán más baratos que los equivalentes de combustión sin subvenciones
- La autonomía seguirá aumentando a precio constante (más kWh por el mismo dinero)
- Las baterías de estado sólido podrían empezar a llegar a volumen a finales de la década, mejorando aún más prestaciones
La recomendación que doy siempre es que si necesitas un coche ahora, no esperes. Los precios actuales ya son competitivos y el ahorro en uso (electricidad vs gasolina, mantenimiento) empieza desde el día uno. Pero si puedes esperar 2-3 años, los precios serán aún mejores y la oferta más amplia.
Preguntas frecuentes sobre precios de baterías
FAQ – Baterías y precios
🔹 ¿Cuánto cuesta una batería de coche eléctrico en 2025?
En 2025, el precio medio global de los packs de baterías de ion-litio para vehículos eléctricos ronda los 99 dólares por kWh, un 8% menos que en 2024. Esto significa que una batería de 60 kWh cuesta aproximadamente 5.940 dólares (unos 5.500€) a nivel de fabricante. Es un 93% menos que en 2010, cuando el mismo pack habría costado más de 85.000 dólares. Esta caída histórica ha permitido cruzar el umbral de los 100 $/kWh considerado clave para alcanzar la paridad de costes con vehículos de combustión.
🔹 ¿Por qué son importantes los 100 dólares por kWh?
Los 100 dólares por kWh se consideran el "punto de inflexión" o "paridad" en la industria porque es el umbral a partir del cual un coche eléctrico puede fabricarse al mismo coste que un equivalente de combustión sin necesidad de subvenciones. La batería representa el 30-40% del coste de un VE, así que por debajo de esta cifra, los fabricantes pueden ofrecer precios competitivos manteniendo márgenes razonables. En 2025, por primera vez en la historia, el precio medio de las baterías para vehículos eléctricos ha cruzado esta barrera, situándose en 99 $/kWh.
🔹 ¿Qué son las baterías LFP y por qué están dominando el mercado?
Las baterías LFP (Litio-Ferrofosfato o Lithium Iron Phosphate) son un tipo de batería de ion-litio que utiliza hierro y fosfato en el cátodo en lugar de níquel, cobalto o manganeso. Sus ventajas incluyen: menor coste (no usan materiales caros como cobalto), mayor vida útil (más ciclos de carga), mejor seguridad térmica (menor riesgo de incendio), y materiales más abundantes y éticos. En 2025, las baterías LFP dominan más del 60% del mercado global de baterías para VE, frente a menos del 40% hace solo tres años. Su desventaja principal es una menor densidad energética, aunque esta brecha se está cerrando con las nuevas generaciones.
🔹 ¿Cuánto bajarán los precios de las baterías en los próximos años?
Según las proyecciones de BloombergNEF y otros analistas, se espera que el precio medio de los packs de baterías baje de los actuales 108 $/kWh (media global) a aproximadamente 78 $/kWh en 2030, y posiblemente a 60-65 $/kWh para vehículos eléctricos. El segmento de almacenamiento estacionario, que ya está en 70 $/kWh, podría llegar a 45-55 $/kWh antes de 2030. Estas bajadas harán que los coches eléctricos sean significativamente más baratos que los de combustión incluso sin ayudas, transformando definitivamente el mercado del automóvil.
Conclusión: el punto de no retorno
Si hay algo que me queda claro después de analizar estos datos es que hemos cruzado un punto de no retorno. La bajada de precios de las baterías no es una tendencia que pueda revertirse: es el resultado de mejoras tecnológicas acumuladas, economías de escala masivas y una competencia global feroz.
Para los fabricantes tradicionales que han retrasado su transición eléctrica, el mensaje es claro: el tiempo se agota. Los costes de las baterías ya permiten producir eléctricos competitivos en precio, y los fabricantes que no se adapten perderán cuota de mercado de forma irreversible.
Para los consumidores, la noticia es excelente. Los coches eléctricos son hoy más asequibles que nunca, y la tendencia va a continuar. Si estás pensando en dar el salto a la movilidad eléctrica, aprovechando las ayudas y ventajas fiscales actuales, este es un momento excelente para hacerlo.
Y para el sector energético, la combinación de renovables baratas más almacenamiento barato está transformando el modelo de negocio. Las centrales de gas como backup van camino de ser económicamente inviables frente a solar/eólica + baterías.
El número mágico ya se ha alcanzado. La revolución eléctrica está aquí, y solo va a acelerarse.