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España supera los 48.900 puntos de recarga pública: crecimiento récord pero con desafíos pendientes

Los últimos datos del barómetro de electromovilidad, publicados ayer 7 de noviembre, confirman que España ha superado los 48.900 puntos de recarga de acceso público, con una inversión acumulada de 1.290 millones de euros. Sin embargo, AEDIVE advierte que las trabas administrativas están frenando el potencial real de crecimiento. Analizamos el estado actual y los retos pendientes.

La infraestructura de recarga pública en España continúa su expansión imparable. Según los datos del barómetro de electromovilidad publicado ayer por AEDIVE (Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso del Vehículo Eléctrico), nuestro país cuenta ya con 48.923 puntos de recarga operativos de acceso público, lo que representa un crecimiento del 45% respecto al mismo período del año anterior.

Esta cifra, aunque positiva, esconde una realidad más compleja. Como señala Arturo Pérez de Lucia, director general de AEDIVE, "tenemos miles de puntos instalados pero no operativos debido a la lentitud administrativa". Se estima que hay más de 15.000 puntos adicionales esperando permisos y conexiones para entrar en funcionamiento, lo que elevaría la cifra total por encima de los 60.000 puntos.

📊 Cifras clave de la infraestructura de recarga en España:

  • 48.923 puntos de recarga públicos operativos
  • 1.290 millones € de inversión acumulada
  • +45% crecimiento interanual
  • 15.000 puntos pendientes de activación
  • 12% son cargadores rápidos (+50 kW)
  • 1 punto por cada 970 habitantes

Distribución geográfica: desigualdad entre comunidades

La distribución de puntos de recarga no es homogénea en todo el territorio nacional. Cataluña lidera con más de 11.000 puntos, seguida de Madrid con 8.500 y Andalucía con 6.200. En el extremo opuesto, regiones como Extremadura, Cantabria o La Rioja apenas superan los 500 puntos cada una, evidenciando una clara brecha en la infraestructura de recarga.

Esta disparidad está directamente relacionada con las ventas de coches eléctricos en cada región. Las comunidades con mejores ayudas, como las contempladas en el Plan MOVES, y mayor densidad de puntos de recarga, registran también mayores matriculaciones de vehículos eléctricos.

El problema de los cargadores rápidos

Un aspecto preocupante es que solo el 12% de los puntos instalados son cargadores rápidos o ultrarrápidos (más de 50 kW), esenciales para viajes largos y para usuarios sin posibilidad de carga doméstica. Países como Alemania o Francia tienen porcentajes superiores al 20% de carga rápida.

Los operadores principales como Ionity, Tesla Superchargers, Wenea o Zunder están acelerando sus inversiones en corredores de carga ultrarrápida. Se espera que para finales de 2026 España cuente con al menos 2.500 puntos de más de 150 kW, triplicando los actuales.

Inversión récord pero con obstáculos

Los 1.290 millones de euros invertidos hasta la fecha provienen principalmente del sector privado (75%), con apoyo de fondos europeos Next Generation y programas nacionales. Sin embargo, el sector alerta de que la burocracia está lastrando el despliegue.

"Conseguir todos los permisos para instalar un punto de carga puede llevar entre 18 y 24 meses", lamenta un portavoz de Endesa X, uno de los principales operadores. "Necesitamos una ventanilla única y procedimientos simplificados urgentemente".

💡 El dato revelador:

España necesita alcanzar los 100.000 puntos de recarga pública para 2030 según los objetivos del PNIEC (Plan Nacional Integrado de Energía y Clima). Al ritmo actual, llegaríamos a esa cifra en 2027, pero solo si se agilizan los trámites administrativos.

Comparación con Europa: mejorando pero lejos de los líderes

Con 48.900 puntos para una población de 47,5 millones, España tiene una ratio de 1 punto por cada 970 habitantes. Aunque hemos mejorado respecto a los 1.450 habitantes por punto de hace un año, seguimos lejos de países como Países Bajos (1 por 220 habitantes), Noruega (1 por 350) o incluso Portugal (1 por 650).

La Comisión Europea recomienda 1 punto por cada 10 vehículos eléctricos. España, con aproximadamente 350.000 vehículos eléctricos e híbridos enchufables en circulación, necesitaría 35.000 puntos públicos. Superamos ese mínimo, pero la distribución geográfica desigual y la falta de cargadores rápidos siguen siendo problemas.

El papel crucial del sector privado

Empresas como Iberdrola, Endesa X, Repsol, Cepsa y nuevos entrantes como Wenea o EasyCharger están liderando el despliegue. Los grandes centros comerciales, cadenas hoteleras y parkings públicos están incorporando masivamente puntos de recarga, viendo en ello tanto un servicio necesario como una oportunidad de negocio.

Destaca especialmente el acuerdo entre grandes superficies como Carrefour, Alcampo o Lidl para instalar cargadores rápidos en sus aparcamientos, muchos con tarifas bonificadas o incluso gratuitas para clientes. Esta estrategia está acelerando la adopción del vehículo eléctrico entre usuarios que no pueden cargar en casa.

Perspectivas de futuro: qué esperar en 2026

Las proyecciones del sector son optimistas. Se espera cerrar 2025 con más de 55.000 puntos operativos y superar los 75.000 a finales de 2026. La clave estará en tres factores: simplificación administrativa prometida por el gobierno, aumento de la demanda con modelos más asequibles como el Renault Twingo eléctrico, y mejora en la interoperabilidad entre redes de carga.

AEDIVE y otras asociaciones del sector mantienen reuniones con el Ministerio de Transición Ecológica para implementar medidas urgentes que agilicen el despliegue. Entre las propuestas destacan: reducir plazos de tramitación a máximo 3 meses, crear una ventanilla única digital para todos los permisos, eximir de licencia de obras a instalaciones de menos de 50 kW, y establecer obligatoriedad de preinstalación en nuevas construcciones.

La realidad es que España está en el camino correcto pero necesita acelerar. Con el boom de ventas de eléctricos confirmado para 2025, la infraestructura de recarga debe crecer al mismo ritmo o se convertirá en un cuello de botella para la adopción masiva de la movilidad eléctrica.

Como usuario de coche eléctrico desde hace años, puedo confirmar que la situación ha mejorado drásticamente. Hace tres años, viajar en eléctrico por España requería planificación minuciosa. Hoy, las principales rutas están bien cubiertas y en ciudades grandes no hay problema. Pero aún queda trabajo en zonas rurales y ciudades medianas, donde la infraestructura es claramente insuficiente.

El crecimiento de la infraestructura de recarga es fundamental para la transición hacia la movilidad eléctrica. Si tienes dudas sobre dónde cargar tu vehículo eléctrico o necesitas información sobre las mejores opciones de carga para tu situación, no dudes en consultarnos.

Sobre el autor

Apasionado de la movilidad eléctrica con más de 50.000 km de experiencia en viajes por carretera. Comparto lo aprendido para que tu transición a la electrificación sea más sencilla y disfrutes cada kilómetro, sin sorpresas.