Hay coches que trascienden su función de transporte para convertirse en auténticos iconos culturales. Vehículos que, por su diseño, su concepto o el momento en que llegaron al mercado, dejaron una huella imborrable en la memoria colectiva. Y pocos ejemplos son tan claros como el Smart ForTwo, ese diminuto biplaza que prometía resolver todos los problemas de aparcamiento en las congestionadas ciudades europeas.

Cuando en 2024 Mercedes-Benz anunció el fin de su producción, muchos pensamos que era el cierre definitivo de un capítulo irrepetible. Sin embargo, las últimas informaciones que llegan desde Alemania y China sugieren todo lo contrario: el ForTwo regresará en 2026, y lo hará como uno de los coches eléctricos más compactos del planeta.

En este artículo os cuento todo lo que sabemos sobre este esperado regreso, por qué desapareció, qué podemos esperar del nuevo modelo y si realmente tiene sentido en el contexto actual del mercado de vehículos eléctricos.

Una leyenda urbana que marcó una época

Para entender la importancia de este regreso, hay que remontarse a 1998, cuando el primer Smart ForTwo (entonces llamado Smart City-Coupé) llegó al mercado europeo. Era un coche que rompía todos los esquemas: apenas 2,5 metros de longitud, espacio justo para dos ocupantes, y un diseño que mezclaba lo futurista con lo funcional.

La idea original provenía de una colaboración entre Mercedes-Benz y Swatch (sí, la marca de relojes), que imaginaban un vehículo urbano revolucionario, personalizable como un reloj de moda y práctico como ningún otro. Aunque Swatch abandonó el proyecto, Mercedes continuó adelante, y el resultado fue un éxito inesperado.

Lo que hacía especial al ForTwo era su capacidad para aparcar en perpendicular en huecos donde otros coches solo podían soñar con entrar en paralelo. En ciudades como Roma, Madrid o París, donde encontrar aparcamiento y puntos de carga es un reto, el pequeño Smart se convirtió en la solución perfecta para miles de conductores urbanos.

Además, su diseño con paneles intercambiables en diferentes colores permitía una personalización que lo convertía casi en un accesorio de moda. Era el coche perfecto para quienes querían moverse por la ciudad sin las complicaciones de un vehículo convencional.

Por qué desapareció en 2024

Si el ForTwo era tan querido, ¿por qué dejó de fabricarse? La respuesta, como suele ocurrir en la industria del automóvil, es una combinación de factores económicos, estratégicos y regulatorios.

En primer lugar, las ventas llevaban años en declive. Aunque el ForTwo tuvo su época dorada entre 2005 y 2015, la llegada de alternativas como el Fiat 500e con sus atractivas ofertas de financiación, el Volkswagen up! o el propio Toyota Aygo fue erosionando su cuota de mercado. Muchos clientes preferían pagar un poco más por tener cuatro plazas en vez de dos.

En segundo lugar, la adaptación a las nuevas normativas Euro 7 suponía una inversión que Mercedes-Benz consideró inviable para un modelo de bajo margen comercial. Homologar un coche tan pequeño con las exigencias medioambientales actuales requería rediseñar prácticamente todo el vehículo.

Pero quizás el factor más determinante fue la reestructuración de Smart como marca. En 2019, Mercedes-Benz y el gigante chino Geely (propietario de Volvo) crearon una joint venture al 50% para transformar Smart en una marca exclusivamente eléctrica. El primer fruto de esta alianza fue el Smart #1, un SUV compacto eléctrico lanzado en 2022, seguido del Smart #3, un crossover más deportivo.

Estos nuevos modelos, fabricados en China, representaban una visión completamente diferente de Smart: vehículos más grandes, más premium y, francamente, menos "smart" en el sentido original del término. El ForTwo, con su filosofía de mínimo espacio y máxima practicidad urbana, parecía no encajar en esta nueva estrategia.

El esperado regreso en 2026

Sin embargo, parece que los directivos de Smart han escuchado las demandas del mercado. Según diversas fuentes del sector automovilístico, la marca está preparando el regreso del ForTwo para 2026, aproximadamente dos años después de su desaparición.

Las razones de este cambio de rumbo son varias. Por un lado, el Smart #1 y #3 no han tenido el éxito esperado en Europa. Aunque son coches competentes, compiten en segmentos muy saturados donde se enfrentan a rivales establecidos como el Volkswagen ID.3, el MG4 o el Hyundai Kona Electric. Los precios, además, han alejado a muchos clientes tradicionales de Smart.

Por otro lado, existe una demanda real de coches eléctricos pequeños y asequibles para uso exclusivamente urbano. Vehículos como el Citroën Ami (un cuadriciclo más que un coche) o el Fiat 500e con sus atractivas ofertas de financiación han demostrado que hay mercado para la movilidad eléctrica urbana compacta. Como vimos en nuestro análisis de autonomía de coches eléctricos, los vehículos urbanos no necesitan cientos de kilómetros de autonomía para ser prácticos.

El nuevo ForTwo, según las informaciones disponibles, se desarrollará sobre una plataforma específica para microcoches eléctricos, compartida posiblemente con otros modelos del grupo Geely. Esto permitiría reducir costes de desarrollo y ofrecer un precio más competitivo.

Qué esperamos del nuevo modelo

Aunque Smart no ha confirmado oficialmente las especificaciones del nuevo ForTwo, podemos hacer algunas predicciones basadas en las tendencias del mercado y la tecnología disponible:

Dimensiones: Es probable que el nuevo ForTwo mantenga unas dimensiones similares al modelo anterior (unos 2,7 metros de longitud), aunque podría crecer ligeramente para mejorar el espacio interior y la seguridad. Lo que parece seguro es que seguirá siendo un biplaza, manteniendo la esencia del concepto original.

Batería y autonomía: Aquí es donde esperamos las mayores mejoras. Mientras que el último ForTwo EQ ofrecía solo 159 km de autonomía con una batería de 17,6 kWh, el nuevo modelo podría equipar una batería de entre 25 y 35 kWh, alcanzando los 200-250 km de autonomía real. Como analizamos en nuestro artículo sobre tecnologías de baterías, es probable que utilice celdas LFP, que ofrecen mayor durabilidad y seguridad, ideales para un vehículo urbano. Suficiente para cualquier uso urbano sin ansiedad de carga.

Motor: Un motor eléctrico de entre 80 y 100 CV sería más que suficiente para un coche de este tamaño, ofreciendo una aceleración ágil en ciudad y capacidad para circular ocasionalmente por autovía.

Tecnología y conectividad: El nuevo ForTwo heredará probablemente el sistema de infoentretenimiento del Smart #1, con pantalla central de gran tamaño, conectividad con smartphone, actualizaciones OTA y todas las funciones de seguridad activa que hoy son obligatorias.

Su lugar en el mercado actual

El mercado de los coches eléctricos pequeños ha evolucionado mucho desde que el ForTwo desapareció. Hoy existen varias alternativas con las que el nuevo modelo tendrá que competir:

Fiat 500e: El icónico Cinquecento italiano, ahora exclusivamente eléctrico, es probablemente el rival más directo. Con 3,63 metros de longitud (casi un metro más largo que el ForTwo), ofrece 4 plazas y hasta 320 km de autonomía. Sus precios arrancan en torno a los 30.000€.

Citroën Ami: En el extremo opuesto encontramos este cuadriciclo eléctrico de Citroën, con solo 2,41 metros de longitud, 75 km de autonomía y un precio de unos 8.000€. No es un coche propiamente dicho (se puede conducir desde los 15 años en algunos países), pero representa la movilidad urbana en su expresión más minimalista.

Dacia Spring: El coche eléctrico más barato del mercado europeo (desde 18.000€), ofrece 4 plazas y 225 km de autonomía en un formato compacto de 3,73 metros.

Mini Cooper SE: El otro icono británico (ahora propiedad de BMW) ofrece su versión eléctrica desde unos 35.000€, con 3,86 metros de longitud y hasta 300 km de autonomía.

Precio estimado y disponibilidad

Uno de los aspectos más importantes será el precio. El último Smart ForTwo EQ tenía un precio de partida de unos 25.000€ en España, una cifra que muchos consideraban excesiva para un coche tan pequeño y con tan poca autonomía.

Para que el nuevo ForTwo tenga éxito, Smart necesitará posicionarlo por debajo de los 25.000€, idealmente acercándose a los 20.000€ con las ayudas del Plan MOVES. Solo así podrá competir con alternativas como el Dacia Spring y atraer a un público más amplio.

Las ventajas de la fabricación en China (menores costes laborales, integración vertical de Geely en baterías) podrían permitir este ajuste de precios sin sacrificar demasiado margen comercial. Además, la simplificación del vehículo (solo dos plazas, menos componentes) debería ayudar a contener costes.

En cuanto a la disponibilidad, se espera que el nuevo ForTwo llegue a los concesionarios europeos en el segundo semestre de 2026. Es probable que el lanzamiento se produzca primero en mercados clave como Alemania, Francia, Italia y España, donde el modelo original tenía más presencia.

Mi opinión: ¿tiene sentido en 2026?

Cuando leí por primera vez las noticias sobre el regreso del ForTwo, confieso que mi reacción fue de escepticismo. ¿Tiene sentido un biplaza ultracompacto en un mercado que parece ir hacia coches cada vez más grandes?

Después de reflexionar, creo que la respuesta es un rotundo sí, pero con matices.

El ForTwo siempre fue un coche de nicho, y eso no va a cambiar. No es un vehículo para todo el mundo, sino para un perfil muy específico: personas que viven en grandes ciudades, que hacen la mayoría de sus desplazamientos solas o con un acompañante, y que valoran la practicidad de aparcar por encima de casi cualquier otra consideración.

En ciudades como Madrid, Barcelona, Roma o París, donde el espacio de aparcamiento es oro puro, un coche de 2,7 metros sigue siendo una ventaja competitiva enorme. Y con la electrificación, desaparecen las restricciones de las Zonas de Bajas Emisiones que tanto afectan a los coches de combustión.

Lo que sí parece claro es que Smart no puede repetir los errores del pasado. El precio tiene que ser competitivo, la autonomía suficiente para eliminar cualquier ansiedad, y la calidad de construcción impecable. Si consiguen estos tres objetivos, el nuevo ForTwo podría recuperar parte del encanto que hizo grande al original.

Personalmente, me alegra que Smart haya recapacitado y decida rescatar este icono. El mercado necesita variedad, y no todo el mundo quiere (ni necesita) un SUV de 4,5 metros. A veces, menos es más. Y el ForTwo siempre fue el máximo exponente de esa filosofía.

Preguntas frecuentes sobre el nuevo Smart ForTwo 2026

Conclusión: el regreso de un icono necesario

El Smart ForTwo fue, durante más de dos décadas, sinónimo de movilidad urbana inteligente. Un coche que demostró que no hace falta ser grande para ser práctico, y que a veces la mejor solución es la más simple.

Su regreso en 2026 como vehículo 100% eléctrico tiene todo el sentido del mundo. Las ciudades siguen estando congestionadas, el aparcamiento sigue siendo un problema, y la necesidad de reducir emisiones es más urgente que nunca. El ForTwo, con su filosofía de mínimo impacto y máxima eficiencia, encaja perfectamente en este contexto.

Por supuesto, queda por ver si Smart conseguirá ejecutar correctamente este relanzamiento. El precio, la autonomía y la calidad serán determinantes. Pero si logran recrear la magia del original adaptada a los tiempos actuales, el nuevo ForTwo podría volver a conquistar las calles de las ciudades europeas.

Estaremos muy atentos a las novedades que vayan surgiendo sobre este proyecto. Cuando haya información oficial, seréis los primeros en saberlo. Mientras tanto, crucemos los dedos para que este pequeño gran coche vuelva a rodar por nuestras calles pronto.

El icono urbano de los 2000 está listo para escribir un nuevo capítulo en la era eléctrica.